
Nelson Castro
Es de origen Villajuanense Dominicano aspira a representar El Bronx ante Asamblea de Nueva York
Nelson Castro, que emigró de República Dominicana cuando era un niño, busca convertirse en el primer dominicano elegido a la Asamblea estatal por el condado de El Bronx, un barrio al que llaman ya el de la "salsa-rengue" y donde esta comunidad crece a paso agigantados.
Es de origen Villajuanense Dominicano aspira a representar El Bronx ante Asamblea de Nueva York
Nelson Castro, que emigró de República Dominicana cuando era un niño, busca convertirse en el primer dominicano elegido a la Asamblea estatal por el condado de El Bronx, un barrio al que llaman ya el de la "salsa-rengue" y donde esta comunidad crece a paso agigantados.
Los puertorriqueños continúan siendo el número mayor entre los hispanos residentes en El Bronx -seguidos por los dominicanos- y los únicos latinos que hasta ahora han logrado tener una representación en el Concejo, la Asamblea y el Senado estatal, pese al gran número de dominicanos en este barrio neoyorquino.
Los dominicanos han elegido un asambleísta estatal y un concejal en el sector de Washington Heights e Inwood -donde radica la mayor comunidad quisqueyana fuera de su país- a Adriano Espaillat y Miguel Martínez, respectivamente, ambos nacidos en el país caribeño.
Además, cuentan con la concejal Diana Reyna, de Brooklyn, y el asambleísta José Peralta, de Queens, ambos de origen dominicano.
La ausencia de un representante de la comunidad dominicana en El Bronx podría cambiar si Castro, de 36 años y candidato que apoya el Partido Demócrata, supera en las primarias del 9 de septiembre a Mike Soto y se impone en las elecciones de noviembre para llenar la vacante surgida en el distrito 86 con la renuncia del asambleísta estatal puertorriqueño Luis Díaz para ocupar un puesto en el gabinete del gobernador David Paterson.
Tradicionalmente el candidato que gana la primarias gana las elecciones.
Según Castro, el distrito 86 es de mayoría dominicana -aunque no todos votan- seguidos por los puertorriqueños y afroamericanos. Se estima que en todo el condado viven unos 350.000 dominicanos, donde también son dueños de bodegas, restaurantes y compañías de taxis.
Antes de entrar al ruedo, la única experiencia de Castro con la política fue su trabajo con el asambleísta Espaillat -el primer dominicano electo a ese cargo en Nueva York- donde ayudaba a resolver los problemas de los constituyentes del legislador.
Castro aseguró a Efe que disfruta de ayudar al público porque eso fue lo que aprendió de su abuelo Juan Bautista Macey en República Dominicana, con quien vivió hasta los 12 años, cuando su madre, que había emigrado a Nueva York tres años antes, lo trajo a vivir con ella a esta ciudad, donde trabajaba como costurera en una fábrica y cosía a clientes en su hogar para sostener a sus dos hijos.
"Mi abuelo era el tipo de persona que todo el mundo venía donde él para pedir consejos, era activo en la iglesia, siempre estaba rodeado de personas. Uno siempre hace un ídolo de la persona mas cercana y ese fue mi abuelo", indicó Castro, quien también tiene gran admiración por su madre, quien crió sola a sus hijos.
"Todos los problemas que había en el barrio, mi abuelo estaba ahí para ayudar, no tenía ningún cargo político, sólo su naturaleza de ayudar", agregó Castro, cuyo más reciente trabajo fue con una agencia de servicios de salud dirigidos a ancianos, donde evaluaba la asignación de fondos para eventos de organizaciones comunitarias.
Castro aseguró que desde pequeño sintió la vocación de servicio público y que su trabajo con
Indicó además que según el presidente del Partido Demócrata, José Rivera, ya es tiempo que la comunidad dominicana de El Bronx tenga una voz en la política.
"Estaba listo para un trabajo público y ahora se me da la oportunidad de representar a mi comunidad. Me siento muy halagado (por su selección como candidato), con muchas ganas de trabajar y con planes para el futuro", aseguró Castro, quien nació en el sector de Villa Juana de la capital dominicana y vive en El Bronx hace cuatro años.
Al año de venir a vivir con su madre en Washington Heights, regresó a su país, nuevamente con sus abuelos.
A los catorce años, su madre volvió a traerle pero se mudaron a Michigan, donde tuvo que aprender inglés en cinco meses.
Castro terminó la secundaria, comenzó estudios universitarios en administración de empresas que aún continúa en Nueva York, donde regresó a vivir.
Autor: Laddy Cortorreal
Agotos 04, 2008
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